Capítulo 16: Manos a la obra


Dos semanas habían pasado desde que Soledad había abandonado Rincón de Luz en una fría medianoche donde todos dormían. Naturalmente, los chicos hicieron preguntas sobre el motivo de su desaparición, pero Álvaro se limitó a decirles lo único que sabía: que Soledad tenía motivos muy importantes para tener que viajar a Buenos Aires y que iba a volver cuando haya finalizado con ellos.
Por supuesto que intentó contactarla llamándola a su teléfono móvil cientos de veces, pero estaba apagado. ¿Qué era tan grave como para hacer que se vaya así de repente? Y más aún: para tener que ocultárselo a su recién estrenado novio. ¿Tan importante era ese asunto que ni siquiera podía enviar un mensaje de texto avisando que estaba bien?
Lucas, por su parte, sospechaba lo peor: creía que algo había salido mal en el plan de Soledad, probablemente había descubierto las sospechas de los chicos y por eso se había ido; aunque algo dentro suyo le decía que estaba completamente equivocado.
Sin embargo, el hecho de tener el cuarto de Soledad libre de ella por varios días le abría una oportunidad única para investigar. Después de todo, ella solo había llevado unas pocas pertenencias en un bolso muy pequeño; el resto de sus cosas habían quedado en el hogar.
El cuarto vacío de Soledad —aparentemente no tan vacío— estaba literalmente invadido por adultos: María Julia y Álvaro parecían estar turnándose para quedarse allí dentro y asegurarse de que nadie más pueda ingresar ni manipular sus cosas. Cualquier persona hubiera pensado que era mucho más cómodo simplemente cerrar la puerta con llave, pero Álvaro conocía muy bien a Lucas: él, tarde o temprano, iba a encontrar una forma de robarse la llave e ingresar de todos modos. Y se dio cuenta de que exactamente así fue cuando Lucas, preocupado, se acercó a él esa tarde.
¿Puedo pasar? —preguntó, asomándose por la puerta. Álvaro estaba sentado en la cama de Soledad, mirando con mucha atención su teléfono celular de alta gama con pantalla táctil y cientos de aplicaciones que no usaba ni siquiera sabía para qué servían.
¿Qué pasa?
—Bueno, primero que nada, sé que María Julia y vos están acá todo el día para cuidar que ni yo ni los chicos entremos, y quiero que sepas que eso ya no tiene sentido.
—Ah, ¿no? ¿Por qué?
—Porque ya entré. Y encontré, accidentalmente, algo que me preocupa mucho.
En realidad eso no era totalmente cierto. Lo que había sucedido era que Tali y Úrsula habían logrado ingresar —lógicamente con ayuda mágica— esa misma mañana y habían encontrado un objeto que, sin que ellas lo sepan, había sido colocado ahí por Jaudín para que ellas lo encuentren y crean que era de Soledad.
¿Por qué entraste? ¿Qué necesidad tenés de invadir la intimidad de Soledad? —Álvaro comenzaba a elevar la voz.
¡Pará! No es mi culpa. Se fue como si nada, sin despedirse. La extrañaba y entré —mintió, y luego agregó—: Además, como te dije, si te estoy viniendo a decir es porque de verdad me encontré con algo importante.
Sin dejarle tiempo para que responda, Lucas sacó del interior de su uniforme algo que Álvaro identificó como un arma de fuego.
¡¿Qué hacés vos con eso?! —Álvaro corrió y le sacó el arma de la mano. Inmediatamente después se la guardó y lo sacó al pasillo, cerrando la puerta del cuarto con fuerza.
¿Sos sordo? Te acabo de decir que lo encontré en el cuarto de Soledad.
¡No podés guardar un arma, Lucas! ¡Es peligroso! ¡¿Te volviste loco?! ¡Y no solo por vos, hay hasta chicos de seis años viviendo en esta casa!
¡Ya lo sé a eso! Por eso te lo mostré. ¿Te pensás que me gustan las armas? Viví en la calle mucho tiempo, te puedo asegurar que es de las cosas que más odio. ¿Para qué quiere tener Soledad un arma acá en el hogar?
—No sé, y tampoco te interesa. No es algo para discutir con un chico de tu edad.
¡No me trates como a un nene, Álvaro! —gruñó Lucas—. ¡Tengo muchísima más calle que vos y que cualquier persona que conozcas! ¡Sé muy bien para qué sirven las armas y no entiendo por qué iría a querer Soledad una! ¡Entendé que si te pregunto es porque me preocupa de verdad!
—No es para tanto, Lucas. Es común que los adultos guardemos un arma en algún cajón. Es por seguridad. Son tiempos difíciles.
¿En un hogar lleno de chicos? ¿Me estás cargando?
—A mí tampoco me gusta. Cuando vuelva Soledad le voy a pedir que se deshaga de esto, y si se siente insegura voy a pedirle a Diana que contratemos algún seguro o algo así, pero no voy a discutir con esto con vos. Sos un chico y yo un adulto, no corresponde.
«Diana». Su nombre resonó en la cabeza de Lucas, dándole una idea.
Se despidió de Álvaro con rapidez y corrió al cuarto de varones, que estaba vacío. Tomó el teléfono y marcó el número que estaba anotado en la lista de números de importancia que María Julia había hecho memorizar a los chicos en una ocasión.
—Oficinas Del Solar. ¿En qué puedo servirle? —dijo una voz femenina al teléfono.
—Hola, quiero hablar con Diana Del Solar. Hablo desde el hogar de niños huérfanos Rincón de Luz, ella está a cargo del mantenimiento acá.
La secretaria lo hizo esperar varios segundos, quizás minutos, y entonces Diana habló.
¿Sí? —dijo. Sonaba apuraba y de mal humor.
—Hola, soy Lucas, uno de los chicos del hogar Rincón de…
¿Qué pasa? —lo interrumpió Diana.
—Quería saber si por casualidad usted conocía a una tal Soledad Acosta.
¿Soledad Acosta? —repitió Diana, confundida. A su lado, Juan Ignacio la observó con interés sin que ella lo notase.
—Sí, así se llama.
—Sí, actualmente está empleada como celadora del hogar.
—Me refiero a además de eso. Antes de que trabaje acá. ¿Ella tuvo algo que ver con su empresa? ¿O con la familia Del Solar?
¿Por qué me preguntás eso?
—No, simplemente porque quería saber, y también…

—Bueno, Lucas, te voy a decir una cosa: acá estamos trabajando. Si querés jugar a los detectives mejor hacelo con tus compañeros, ¿sí? Nos vemos pronto —sentenció con desinterés, y finalizó la llamada, dejando un frío tono de teléfono sonando en el audífono que Lucas sostenía.

2 comentarios:

  1. Me encanto la conversación de Lucas y Álvaro...
    buen cap :)

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  2. Lucas y Alvaro ya empiezan a actuar como dos hermanos, siempre me encantó como se llevaban ellos dos :3

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¿Qué es "Buscá la luz"?


"Buscá la luz" es una historia llena de magia, amistad, amor, y solidaridad.

En ella tanto adultos como chicos aprenden a lidiar juntos con los problemas diarios y terminan por entender que el secreto para una mejor vida se esconde en el niño que cada uno de ellos lleva dentro.

Basada en la exitosa telenovela "Rincón de Luz", una idea original de Cris Morena.

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