Capítulo 20: Escape


—No puedo creer que Lucas haya hecho algo así.
Josefina y su muñeca estaban ordenando algunos de los juguetes en su cuarto.
—Yo tampoco —contestó la muñeca—. Debe haber estado muy confundido como para llegar a robar.
Habían llegado del bosque muy temprano por la mañana. Nadia le había contado las noticias a Clarita apenas la hubo visto, pero el resto de los chicos fue directamente a dormir y no supieron sobre lo sucedido sino hasta cerca del mediodía. Estaban tan cansados que no habían notado la ausencia de Lucas hasta entonces.
—Parecía tan bueno… —suspiró Josefina.
Su muñeca se puso de pie y le acarició el cabello. —Que haya robado no lo hace malo. A lo mejor se equivocó… y se arrepintió.
—Solamente espero que no la esté pasando muy mal en la cárcel, o donde sea que esté.

Entonces oyeron unos ruidos desde abajo. Parecía que alguien acababa de llegar.
Josefita volvió a convertirse en un simple juguete mientras Josefina se asomaba por la puerta: Lucas acababa de llegar al hogar, y el resto de los chicos lo rodeaban, asaltándolo con cientos de preguntas al mismo tiempo.
—Chicos, chicos. ¡Déjenlo respirar! —dijo Clarita, mientras Josefina descendía por la escalera y se sumaba al grupo.
—Perdónenme, por favor. —Fue todo lo que Lucas pudo decir. Agotado, se sentó en el sillón de la sala principal.
—¿No te dije que no te metas con ese pibe? —le reprochó Nadia, entregándole una taza de té para calmarlo.
—Ya lo sé, tenías razón. Pero estaba desesperado… no sabía qué hacer. Joaquín estaba muy mal, y no quiero que le pase nada.
—Sos muy chico para tener tantas responsabilidades, Lucas. De Joaquín me encargo yo —le indicó Clarita.
—No soy chico, tengo catorce años ya. Y Soledad me dejó a cargo de todos… es mi deber cuidarlos.
—¿Y así nos pensás cuidar? ¿Robando? —preguntó Mateo muy serio—. En todos los años que pasamos en la calle con Julián, nunca hiciste algo así. No puedo creer que ahora, que tenemos comida y techo, hayas caído tan bajo.
Lucas sintió un puñal clavarse en su estómago al oír eso. Julián se había ido a Italia y Mateo había cambiado su típica mirada de admiración por una de decepción. Nunca en su vida se había sentido tan solo.
—¿Cómo hiciste para volver? —preguntó Lucía.
—…Me escapé.
Clarita dejó soltar un grito de sorpresa. —¡¿Qué?! Lucas, ¡¿estás loco?! ¡Si te llegan a encontrar va a ser todavía peor! ¡No podés ser fugitivo!
—¡Es que era muy peligroso! La policía está buscando a Soledad y a Álvaro, y si se llegan a enterar quién soy y que estoy acá, van a estar en problemas ustedes también. Tuve que dar datos falsos, y apenas pude me escapé. No tenía otra opción. Ahora voy a tener que estar mucho más alerta… lamentablemente no voy a poder seguir saliendo a trabajar, sería muy arriesgado que me vea algún policía. Pero voy a trabajar desde acá, y voy a cuidar a Joaquín todo el tiempo que pueda. Sé que voy a ser más una carga que otra cosa, pero no se me ocurre qué otra cosa hacer. Si me entrego, todo empeoraría.
—Como quieras, Lucas —espetó Clarita, enojada—. Como vos dijiste, ya tenés catorce años, sos grande, y yo no te voy a decir qué es lo que tenés que hacer. Pero espero que empieces a pensar dos veces antes de hacer algo, porque si Soledad te pidió que cuides a tus amigos no lo estás haciendo: al contrario, con estas cosas los estás poniendo más en peligro.

A pocas cuadras de distancia, en una oficina oscura y con el aire acondicionado al máximo, dos hombres estaban sentados frente a la pantalla de una notebook. En ella se veía la foto que le habían tomado a Lucas en la comisaría durante la noche anterior.
—Acá dice que se llama Sebastián Caride —dijo uno de los hombres.
—No… no es él. Claramente este chico dio un nombre falso. Se llama Lucas Lagos.
—¿Está seguro?
—No tengo la menor duda. Este chiquito es muy inteligente, sabía que si la policía lo ubicaba ponía en peligro a todos. Por suerte yo tengo mis contactos. ¿Ya está todo listo?
—Sí, señor —contestó el hombre, algo nervioso.
—Entonces no hay que esperar más. Mañana mismo ponemos en marcha todo. Por fin voy a poder sacarme de encima a esos huerfanitos insoportables.

Esa noche, mientras todos dormían, Malena se despertó con un ruido. «¿Otra vez alguien robando? Por favor, no. Ya tenemos suficientes problemas» pensó, pero al abrir los ojos se sorprendió con lo que veía: Lucas, completamente vestido, estaba terminando de guardar algunas cosas en su mochila. Parecía que se iba a alguna parte. Entendiendo qué estaba pasando, Malena se puso de pie enseguida.
—¿Qué estás haciendo? —susurró, poniéndose a su lado.
—Voy a dar una vuelta, necesito caminar.
—¿A esta hora? ¿Con tantas cosas? No me tomes por idiota. Sé perfectamente que te estás escapando.
Lucas la tomó por el brazo y la sacó al pasillo. —¡Hablá más bajo! —susurró—. ¿O querés que me descubran?
—¿Por qué hacés esto, Lucas? ¿Cómo nos vas a abandonar?
—No los voy a abandonar… es solamente por un tiempo. Hasta que todo el asunto de Soledad y Álvaro se solucione, y podamos volver a Rincón de Luz. Cuando llegue ese momento voy a volver con ustedes. En serio.
Malena dio un paso adelante, desafiante. —¿Desde cuándo te convertiste en un cobarde? Primero robás y ahora te escapás. Ese no es el Lucas que yo conozco.
—El Lucas que vos conocías ya no existe. Ahora soy responsable por todos ustedes, Soledad me lo dijo, y Clarita tiene razón en lo de esta tarde… si me quedo acá los estoy poniendo en peligro a todos. Es muy arriesgado. Lo mejor va a ser que me vaya hasta que todo se solucione.
—¿Y vos qué vas a hacer? ¿Vas a volver a pedir?
—Voy a hacer lo que hice siempre, Malena. Yo soy un chico de calle.
—¿Y si te agarra la policía?
—No va a pasar. Me sé cuidar bien.
—¡No te vayas, Lucas! ¡¿Por qué sos tan terco?! —Malena pateó el suelo con fuerza.
—¡Dejá de hacer ruido! ¡Vas a despertar a todos!
—Está bien. Veo que no te voy a hacer cambiar de opinión, así que te voy a dejar ir. Pero con una condición: yo voy con vos.
—¿Qué? ¿Estás loca? ¡No, es peligroso!
—Nene, yo también me sé cuidar. ¿Te olvidás que vivimos juntos en la calle un montón de tiempo? Ahora vení y ayudame a preparar mis cosas.
—¡Qué densa que sos! Está bien, pero no te separás de mí ni un segundo. Vamos a estar siempre juntos, así si pasa algo yo te cuido. ¿Entendiste?

Malena se ruborizó un poco al ver la repentina valentía de Lucas. —Está bien —cedió luego, y ambos ingresaron a preparar todo para su escape.

1 comentario:

¿Qué es "Buscá la luz"?


"Buscá la luz" es una historia llena de magia, amistad, amor, y solidaridad.

En ella tanto adultos como chicos aprenden a lidiar juntos con los problemas diarios y terminan por entender que el secreto para una mejor vida se esconde en el niño que cada uno de ellos lleva dentro.

Basada en la exitosa telenovela "Rincón de Luz", una idea original de Cris Morena.

Escrito por Fundador

Twitter

Soñamos juntos con:



Soñamos juntos con:


PLL Arg

Ediciones Frutilla

Una nueva aventura comienza

Letra por letra

Seamos aliados



Seamos aliados


Busca la Luz