Buscá la Luz: Capítulo 19: Sin miedo a nada

—Una puntada por acá, otra por allá, y… listo. Acá la tenés, sana y salva.
Soledad le entregó a Josefita, y Josefina la miró con alegría: era como si esta acabara de revivir. Había pasado solo un día desde que la había encontrado en los túneles, pero sentía como si su muñeca hubiera estado decapitada un mes entero.
—Gracias, Sole. Sos re buena.
—¿Ahora me vas a decir quién le hizo esto? ¿Fue uno de los chicos? ¿Mateo?

—No, Mateo me ayudó a encontrarla. Esto lo hizo… —Josefina se detuvo un momento a pensar, y luego volvió a mirar a Soledad— Lo hizo un perro. Se me había perdido Josefita en la calle, y cuando la encontramos estaba así. Seguro un perro callejero la mordió y le sacó la cabeza.
—No me estás mintiendo, ¿no?
—No, nada que ver. Es la verdad.
Soledad suspiró.
—Está bien, pero acordate que si alguien te molesta me tenés que avisar. ¿Me lo prometés?
—Sí, sí… ¡Gracias, Sole! ¡Me voy a jugar!
Josefina corrió al cuarto de las chicas, el cual estaba vacío, y entonces acostó su muñeca en su cama para que descanse, quien se convirtió en humana, como acostumbraba a hacer cuando nadie más podía verla.
—¡Josefita! ¿Estás bien? ¿Te duele el cuello? ¿Te duele algo?
—Estoy bien —dijo la muñeca, sentándose—, no te preocupes. Tengo los músculos un poco duros, pero se me va a pasar.
—¿Las muñecas tienen músculos?
—¡Claro que sí! ¿Si no cómo te pensás que nos podemos mover?
Josefina hizo un gesto dando a entender que no sabía, y se sentó junto a su muñeca, abrazándola.
—Me preocupé muchísimo. Pensé que no iba a poder jugar más con vos.
—Siempre vas a poder jugar conmigo —contestó su muñeca—, o al menos si hacés lo correcto. Pienso que tendrías que decirle la verdad a Soledad.
Josefina se acostó en la cama, preocupada. Su muñeca la miraba desde arriba, insistente.
—¿No te parece que tengo razón?
—Puede ser. No sé, a mí no me gusta mentirle a Soledad, pero si digo algo te pueden hacer mal. Ya hablamos de esto.
—Ella es grande, y encima es re buena. Va a saber cómo ayudarnos, no tendrías que tenerle miedo a Betina. Además no podemos vivir con miedo. ¿No te parece que tenemos derecho a jugar libremente sin preocuparnos por que la loca de la vecina me haga algo?
Josefina dudó. Sabía que su muñeca tenía razón, pero al mismo tiempo era muy difícil tomar una decisión como esa que podría llegar a traerle consecuencias muy graves. No sabía qué hacer. ¿Acaso era tiempo de dejar de tener miedo y defenderse? ¿Estaba lista realmente para hacer algo así?

Después de consultarlo con Amir y Estrella, Lucas se dio cuenta de que la mejor manera de que Malena lo perdone era llevándola al lugar donde se habían dado cuenta de que se gustaban. El problema era que eso había sucedido el verano que llegaron al hogar, en los túneles, mientras Soledad estaba secuestrada, y era un lugar al que no es muy fácil ir, y mucho menos llevar a otra persona, y todavía menos considerando que esa persona no quiere hablarte; por eso es que Amir y Estrella, después de haber resistido a las insistencias de Lucas, accedieron a inventar una excusa para llevar a Malena allí en secreto, sin saber que Lucas la iba a estar esperando.
El momento llegó y ellos estaban solo a unos pasos de distancia. El plan “recuperar a Malena” estaba oficialmente en marcha.
—¿Estás segura de que se te perdió acá el arito?
—Sí, Male. Fue por este lugar. Dale, ayudame —dijo Estrella.
—Que hayas traído a Amir para que nos cuide me parece muy estúpido. Estuve acá mucho antes que él y conozco el lugar mejor —se quejó Malena.
—Podrás haber pasado más tiempo acá abajo, pero no tenés mi entrenamiento real de orientación. Puedo ver las estrellas y enseguida saber en qué parte del planeta estamos ubicados. Es una habilidad que nos fue instruida solamente a mí y otros cinco príncipes más.
—Avisale que acá en los túneles no se puede ver el cielo —susurró Malena, en broma.
—Hola —saludó Lucas, acercándose.
—¿Qué hacés vos…? Ah, ya entiendo. No perdiste ningún arito, ¿no? Era todo una excusa. Ya te dije que no me interesa hablar con vos.
—Nos estuvo insistiendo mil horas y después te tuvimos que insistir otras mil horas nosotros a vos para que vengas acá, así que ahora más te vale que lo escuches —amenazó Estrella.
—Está bien —accedió ella, de muy mala gana.
—Les dejamos algo de privacidad. Los esperamos en la puerta de la chimenea —dijo Amir, y luego retrocedió con Estrella, dejándolos solos.
—Tenés treinta segundos antes de que me aburra y vuelva a subir —le advirtió Malena.
—Bueno, escuchame, no te tuve que haber dicho terca el otro día, lo que pasa es que me puse nervioso porque no quería perderte y, yo, eh… te quiero.
Malena miró por detrás del hombro de Lucas, sorprendida.
—¿Por qué ponés esa cara? Si ya sabías muy bien que te quiero. ¿O no te lo había dicho antes? Te quiero.
—Pará un poco, molesto. Mirá eso —dijo Malena, señalando detrás suyo. Lucas dio medio vuelta y vio lo mismo que ella: un resplandor salía desde lo oscuro, iluminando un rincón de los túneles.
—¿Qué es ese brillo? —preguntó Estrella, quien se acercó a toda velocidad de repente, junto con Amir.
—Parece… parece una puerta —dijo el príncipe.
—¿No nos iban a dejar solos? —se quejó Lucas.
—Sí, pero la chusma de Estrella quería quedarse a escuchar —explicó Amir.
—¡Tampoco te vi insistir mucho con no quedarte acá, eh! No te hagas el que no te interesaba escucharlos.
—¡Paren de pelear! ¿Por qué hay una puerta en el medio de los túneles? —preguntó Malena.
—Hay una sola manera de saberlo, ¿no? —Lucas comenzó a acercarse—. Vamos a entrar.

Por Navidad y Año Nuevo no voy a estar subiendo capítulos los próximos domingos de diciembre. ¡Nos vemos el 7 de enero! ¡Gracias por leer! :)

3 comentarios:

Anónimo12/24/2017 12:45:00 p. m.
me gustaba esta novela es lo mas!!
podrias ayudarme a escribir la mia, me cuesta mucho, pero la quiero haacer en base a la pareja mosca y delfi y quizas desp haga mosca y barbie
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Anónimo12/24/2017 01:01:00 p. m.
o miki y tababano, en el fondo queria que esten juntos nose xxq
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Capítulo 19: Sin miedo a nada

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