Capítulo 03: La excepción





—“Sustantivos comunes nombran seres u objetos refiriéndose a todos los de su misma especie. Sustantivos concretos nombran seres independientes que se pueden representar como tales. Sustantivos individuales designan en singular un solo objeto…” —Lucas y Julián repetían estas palabras y otra vez. Su profesora de Prácticas del Lenguaje les había anunciado que iba a tomar un examen el segundo día de clases, lo cual significa que iban a tener que empezar el año escolar con estudios y obligaciones en lugar de tener un tiempo para “adaptarse” después de unas vacaciones tan largas y agitadas.
—¿Pueden parar de repetir eso todo el tiempo? Me estoy empezando a sentir un poco aturdida —les pidió Malena, que estaba sentada junto a ellos en la mesa del comedor intentando hacer algunas tareas ya que, si bien no le habían dado material para estudiar, eso no significaba que
tenía toda la tarde libre.
—Tenés razón, Malena. —le concedió Julián, y luego agregó—: La verdad es que yo también estoy aturdido y cansado de repetir lo mismo todo el tiempo. Ya está, ¡me cansé! Fue recién el primer día de clases, la vieja de lengua no tiene derecho a venir a pedirnos que estudiemos. Me voy a tomar algo… ¿Venís, Lucas?
—No, andá vos. Yo me quedo acá estudiando un poco más, no quiero que me vaya mal este año, después se me hace re pesado todo junto.
Julián lo miró como quien no se cree una palabra y se retiró hacia la cocina. Lucas siguió repitiendo en voz baja para sí mismo sus apuntes de clase, mientras Malena, ya sin quejarse, terminaba sus ejercicios de matemática.
—No es tan difícil como pensás —le dijo ella entonces. Lucas se detuvo y la miró. Al ver que este no decía una palabra, Malena prosiguió—: Lo que pasa es que estás tratando de aprendértelo de memoria, tenés que leerlo bien y entenderlo, así no te lo vas a olvidar nunca y hasta lo vas a poder explicar con tus propias palabras. Algo que siempre me sirve a mí para eso es buscar un ejemplo de la vida real; ese método no falla nunca.
—¿Y cómo sabés todo esto? Son temas de segundo año del secundario, y vos estás en sexto de la primaria.
—Lo sé porque lo repetiste un millón de veces y no me quedó otra. Es más fácil de lo que parece.
Tras esas palabras cada uno siguió con sus actividades. Lucas esta vez en silencio, leyendo mentalmente para sí mismo e intentando seguir los consejos de estudio que acababa de recibir; pero era en vano: algo se había aferrado a su mente y no lo dejaba concentrarse en nada más, ese era el verdadero motivo por el cual no podía estudiar. Sebastián y Malena habían estado muy unidos desde que ella le había contado su secreto. No es que él esté celoso, es que Sebastián les había hecho muchas cosas malas a todos los del hogar, y era una deshonra que uno de ellos sea tan cercano al enemigo… ¿O no?
No pasaron ni quince minutos que ya volvía a estar llena la mesa: Julián, Carola, Tali, Mateo, Mentiritas, y Laura habían entrado al comedor y se habían sentado, escoltados por Álvaro.
—¿Qué pasa? ¿Hay reunión general? —preguntó Lucas.
—Adivinaste, los reuní a todos acá porque tengo un anuncio muy importante que hacerles —le explicó Álvaro. Al ver que los chicos no le respondían, prosiguió—: Es sobre algo de Mencha; en realidad preferiría que lo cuente ella personalmente, pero…
—¡¿Qué le pasó a Mencha?! —lo interrumpió Carola con un tono de miedo en su voz.
—No te preocupes, Carola; a Mencha no le pasa nada. Lo que Álvaro nos va a contar es que la eligió para ser la nueva directora del hogar —la consoló Mentiritas.
—¡Ezequiel, se suponía que la noticia la iba a dar yo! —lo retó Álvaro.
—¡¿Mencha va a ser directora?! —Lucas no podía creerlo, y el resto de los chicos no se quedaban atrás: no había pasado ni medio año desde que hicieron hasta lo imposible por lograr que Soledad sea la celadora del hogar… ¡y ahora hasta se quedaba con la dirección! Era demasiado bueno para creerlo.
—¿Dónde está? ¡Queremos felicitarla! —exclamó Mateo.
—No es necesario que me grites, Mateo; estoy a tres pasos de distancia y te escucho perfectamente. Mencha me pidió el resto del día libre para hacer unos trámites, va a volver recién a la noche.
—¡Pero no aguantamos hasta la noche! ¡Queremos felicitarla ahora! —exclamó Tali.
—Vas a tener que aguantar hasta mañana a la mañana, Tali. Mencha vuelve muy tarde y en ese horario ya tienen que estar durmiendo, en este hogar no se permite desvelarse, ¿estamos? —Resultaba muy irónico que Álvaro se estuviese poniendo firme con respecto al horario de sueño considerando que él había pasado los últimos años de su vida viviendo de noche en las mejores fiestas y durmiendo de día para reponer energías, y Tali y el resto de los chicos pensaron exactamente eso.
Esa misma noche  el plan se puso en marcha: los chicos pasaron el período entre que Álvaro les ordenó irse a dormir y Mencha volvía al hogar jugando entre ellos en silencio. Uno tenía que hacer de campana vigilando que Álvaro no se acercara, y cuando lo hacía, todos corrían y fingían haber conciliado el sueño perfectamente. Cuando escucharon por fin pasos hacia el cuarto de Mencha, esperaron unos minutos para asegurarse de que no fuese solo Álvaro yendo a buscar algo, y luego de corroborar esto se dirigieron al cuarto de las chicas para que se sumen a su plan de escape. Todos los chicos juntos caminaron silenciosamente y en equipo hacia el cuarto de Soledad y, una vez frente a la puerta, la abrieron de repente.
—¿Qué hacen acá? ¡Es tardísimo! —les preguntó Soledad, finalmente sin la peluca y los anteojos de Mencha, y ya vestida con su camisón. —¡Pasen, rápido! Antes de que los vea Álvaro y se enoje con ustedes. —les indicó mientras ellos pasaban rápidamente y cerró la puerta, luego se volvió a ellos y los interrogó un poco—: ¿Por qué están despiertos tan tarde? ¿Miren si no era yo sino Álvaro que me había venido a buscar?
—Perdonanos, Sole; pero no podíamos esperar hasta mañana. —se disculpó Lucas, y luego se explicó a sí mismo—: Nos enteramos que vas a ser la nueva directora del hogar y queríamos venir a felicitarte. ¿No es re loco haber llegado tan lejos? Con lo imposible que parecía que llegaras a ser nuestra celadora… ¡Y mirá ahora!
—Sí, Lucas, pero… —comenzó a decir Soledad.
—Lucas tiene razón, ¡estamos re contentos! —lo apoyó Tali.
—Nadie mejor para ser directora que vos —agregó Malena.
—¿Y ustedes cómo se enteraron de eso? ¿Me parece a mí o hay dos delatores en la sala? —bromeó dirigiéndose a Mentiritas y a Laura.
—Nosotros no fuimos, fue Álvaro. Bah, en realidad fue Mentiritas, pero justo nos estaba por contar Álvaro —explicó Laura.
Mateo miró a su futura directora con preocupación. —¿Qué pasa, Sole? ¿No estás contenta?
—Sí, pero no es tan fácil; no me gusta tomar la dirección siendo otra persona. Yo no quiero ser Mencha, quiero ser Soledad. Quiero ganarme mis méritos por mí misma.
—¡Pero si sos vos misma! Mencha es una apariencia falsa, pero la personalidad es completamente verdadera. No es tu culpa que Álvaro te haya negado la oportunidad real así tan definitivamente. Cualquiera hubiera hecho lo mismo que vos en tu lugar —objetó Lucas.
—Bueno, sí, puede ser, pero… —comenzó Soledad.
—Pero nada. —la interrumpió Lucas, y luego siguió—: Con los chicos pensamos en hacerte una fiesta o algo para celebrar, lo haríamos la próxima vez que Álvaro salga toda la noche.
—¿Otra vez haciendo cosas a espaldas de Álvaro, chicos? ¿No se acuerdan lo que pasó la última vez que se fue toda la noche y nos quedamos solos?
—Valió la pena. Si no hubiera pasado todo lo que pasó, yo todavía estaría encerrada en ese cuarto horrible con Pedro. Ahora por fin soy una chica más —señaló Laura.
—¿Ves, Sole? Laura sabe lo que dice.
—Bueno… hagamos esto: Yo los dejo que veamos unas películas o algo la próxima vez que podamos, pero ustedes ahora se tienen que ir a dormir y me tienen que prometer que se van a portar bien y no me van a traer muchos problemas cuando sea la directora. ¿Sí?
Los chicos asintieron y procedieron a despedirse de Soledad uno por uno, volver al pasillo, y de ahí a sus cuartos a descansar. Lucas y Julián salieron juntos y fueron los últimos en cerrar la puerta del cuarto de Soledad, ya no quedaba nadie en el pasillo.
—¿Sabés qué estaba pensando, Lucas? —le dijo Julián de repente.
—¿Qué?
—Que estoy de novio con Carola, estoy re bien con vos, y encima ahora Soledad va a ser la directora. Todo está yendo re bien, ¿no?

Lucas asintió débilmente y con poca atención, pues su pensamiento no estaba muy de acuerdo con lo que Julián acababa de decir: era genial lo de Soledad, sí; era genial que esté tan cercano a Julián, también; pero en lo referido al amor a él parecía estar yéndole de mal en peor. Lucas pasó el resto de la noche teniendo una pesadilla sobre Sebastián y Malena, y al salir el sol por la mañana comenzó a preguntarse si no sería mejor concentrar sus energías en cosas más productivas como el fútbol o algo así. El amor era para gente como Julián y Carola, o como Sebastián y Malena… él era la excepción.


2 comentarios:

  1. me encanta lucas!!! no comento mucho pero te leo siempre. besoo me encanto la historia :)

    -serena

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  2. super lindo Lucas, el capitulo me fascino

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¿Qué es "Buscá la luz"?


"Buscá la luz" es una historia llena de magia, amistad, amor, y solidaridad.

En ella tanto adultos como chicos aprenden a lidiar juntos con los problemas diarios y terminan por entender que el secreto para una mejor vida se esconde en el niño que cada uno de ellos lleva dentro.

Basada en la exitosa telenovela "Rincón de Luz", una idea original de Cris Morena.

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