Capítulo 18: Aliados
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Buscá la Luz
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—¿Y Laura lo había visto también cuando se desmayó? ¿Seguro
que no te estaban tomando el pelo? —le preguntó Julián con escepticismo a su
amigo. Lucas había ido de inmediato a contarle los sucesos recientes a quienes
eran sus personas de mayor confianza: Julián y Mateo. Estaban en su cuarto a
solas, sentados en la cama de Lucas, mientras éste les relataba los detalles de
lo que Malena y Laura habían visto.
—¡No! ¡Debe ser verdad! Yo les creo. ¿Qué fue a hacer
Malena? ¡La tía la va a matar! —aseguraba Mateo, preocupado. Al contrario de
Julián, él no dudó ni un segundo de la veracidad de sus palabras. Estaba
completamente convencido de que el caleidoscopio y Laura estaban diciendo la
verdad.
—¡Pará un poco, Mateo! —le gritó enojado Julián. Sus dos
amigos lo miraron sorprendidos.
—Pará, no le hables así. —lo defendió Lucas, y luego
agregó—: ¿Te pasa algo?
Julián miró a Lucas a los ojos y de pronto todo estuvo claro
para ambos.
—Mateo, ¿Por qué no te vas a fijar si los chicos saben algo
de Malena? —sugirió Lucas.
—No me traten como si fuera un nene chiquito, ya sé que quieren
hablar sin que los escuche —se defendió éste.
—No es eso, Matu. No te enojes, es que es algo de grandes.
—Julián no quería confesarle algo tan grave como su expulsión a alguien tan
chico, pues estaba seguro de que no iba a tomarlo para nada bien, y
probablemente iba a empeorar la situación aún más.
—Está bien, dejen todo ahí. No importa, yo me voy, pero ya
me van a necesitar… —les advirtió ofendido Mateo, y salió al pasillo. Lucas y
Julián intentaron ablandar un poco las cosas en el camino, pero no funcionó.
Finalmente se quedaron solos los dos.
—Ahora sí. ¿Qué pasa?
—Bueno… —comenzó Julián. No era nada fácil para él decirle a
su mejor amigo que no iban a volver a vivir juntos nunca más—. Voy a serte
directo: María Julia me echó del hogar y me tengo que ir en un rato. Se supone
que ya tengo que estar juntando mis cosas.
—¿Qué? ¡¿Por qué?! —Lucas saltó de la cama como si ésta se
hubiese prendido fuego.
—Porque me vio besándome con Carola… —admitió con tristeza.
—No… esta vez fue demasiado lejos. ¡Esa bruja no puede hacer
lo que quiera con nosotros! —gritó Lucas y salió corriendo.
—¡Pará! ¡¿A dónde vas?! —le preguntó Julián rápidamente.
—¡A arreglar todo esto! ¡Vos quedate acá!
—¡No, Lucas! ¡Esperá! ¡Vas a salir mal vos también! —le
gritó Julián para intentar detenerlo, pero ya era demasiado tarde, Lucas no iba
a dar marcha atrás. Como una respuesta instintiva, Julián corrió detrás suyo
para al menos saber de qué se trataba su plan esta vez.
Mientras tanto, Mateo buscaba la forma de pasar el tiempo
sin sus dos mejores amigos. Lo primero que se le ocurrió fue buscar a su tercer
mejor amigo Mentiritas, pero éste estaba demasiado ocupado con Laura como para
ponerle atención. “Ladrona de amigos”
pensó.
Rendido y ya sin ánimos para nada, se sentó en el suelo del
pasillo a esperar que el tiempo se suceda. En ese momento Soledad pasó
caminando, se detuvo al verlo y se sentó junto a él.
—¿Qué te pasa, Matu? ¿Por qué tenés esa cara? —le preguntó.
—Los chicos no me hacen caso. Están entre ellos y a mí me
dejan de lado siempre —respondió con tristeza.
—¿Qué chicos?
—Lucas y Julián. Antes estábamos todo el tiempo juntos, pero
ahora parece como si no me quisieran.
—¡No digas eso! —lo consoló Soledad—. Lucas y Julián te
adoran, pero vos también tenés que entender que ellos están entrando a una edad
donde empiezan a querer hacer otras cosas, y como vos sos mucho más chico, es
lógico que no puedas participar.
—No importa que sea chico. ¡Yo quiero hacer lo que ellos
hacen también!
—Mateo, hay una edad para cada cosa. Ellos ahora están
empezando a mirar la vida de una forma y a empezar a tratar con preocupaciones,
vos todavía estás en la edad de jugar y divertirte todo el día. ¿Por qué no
mejor tratás de pasar más tiempo con Eze?
—¿Mentiritas? Está todo el día con Laura, no me dan bola. Un
día me voy a ir de acá y todos se van a preguntar por qué —amenazó Mateo.
—Vos no te vas a ir a ningún lado, ¿sabés por qué? ¡Porque
yo estoy con vos! Cada vez que los chicos tengan que hacer cosas de grandes y
Eze esté ocupado con Laura, vos venís conmigo y yo juego con vos. ¿Qué te
parece?
—¿En serio harías eso? —preguntó ilusionado.
—¡Por supuesto! ¡No tenés que hacer más que llamarme!
—¡Te voy a tener toda para mí solo! ¡Gracias, Sole! —le dijo
y se acercó a abrazarla, pero Lucas pasó corriendo y los chocó.
—¡Al fin la encuentro, bruja asquerosa! —gritó, ignorando
completamente que acababa de darle un golpe a Mateo y a Soledad.
María Julia, quien estaba caminando del otro lado del
pasillo con Álvaro, lo miró indignada. —¿Perdón? ¿Cómo me llamó, mocoso?
—¡¿Quién se cree que es para expulsar a Julián?! ¡Si se va
él, entonces nos vamos todos! ¡¿Me escuchó?! —gritaba Lucas furioso.
—¡¿Qué?! —se preguntaron Mateo y Soledad al mismo tiempo—. ¡¿Expulsaron
a Julián?! —gritó Mateo.
—Julián quebrantó las reglas, y el que las quebranta debe
ser castigado. Mi decisión está tomada, Julián ya no vive acá —sentenció María
Julia.
—Tía, esperá… —le susurró Álvaro al oído—. No podés expulsar
a uno de mis chicos así sin consultarme.
—¿Tus chicos? ¿Uno de tus
chicos? Álvaro, creí que vos ya no tenías nada que ver con este hogar, y este
chico “tuyo” tiene que ser castigado. Yo, con la autoridad que tengo como
directora, decido que el castigo sea la expulsión.
—¡Usted no tiene ningún derecho a hacer eso! ¡¿Qué hizo
Julián que fue tan grave como para expulsarlo?! —se quejó Soledad mientras se
acercaba desafiante.
—Nada usted le incumba, celadora —se limitó a responder
María Julia.
—Esperá, tía. Tenés que decirnos por lo menos lo que hizo
—la presionó Álvaro.
—Por favor —le susurró ella al oído—, no me desautorices en
frente de los chicos y de la celadora. Me parece de muy mal gusto esto que
estás haciendo. ¡¿Podés parar?!
—¡No! ¡Vos vas a parar! —estalló Álvaro—. ¡Te di el cargo
como directora porque pensé que ibas a mejorar las cosas acá, no porque quería
quedarme sin huérfanos! ¡Y no podés minimizar así la tarea de Soledad! Ella
será una mentirosa, pero conoce mejor a los chicos que cualquiera de nosotros. ¡Julián
se queda!
—Álvaro, te recuerdo que la directora soy yo, y por lo
tanto…
—No me interesa, Julián no se va a ninguna parte. Si es
necesario que hable con Diana para que vuelvas a trabajar con ella, lo hago;
pero Julián de acá no se va. ¿Me escuchaste?
Se produjo entonces un silencio tenso que duró por lo menos
diez segundos. María Julia miró a cada uno de los presentes con una mezcla de
bronca y vergüenza al mismo tiempo. Sin saber muy bien qué decir, optó por un
orgulloso “Como quieras” y huyó caminando a paso acelerado. Diana
definitivamente no iba a verla caer otra vez, aun cuando eso signifique tener
que tragarse todo su orgullo ante Álvaro y los chicos. No, no iba a pasar por
eso de nuevo.
Esa noche, Malena no dejó de pensar en los chicos. Estaba
viajando hacia quién sabe dónde con la persona que menos quería tener cerca,
estaba siendo víctima de un secuestro, estaba totalmente confundida.
Estuvo discutiendo con su tía casi todo el camino, y el
miedo a que aparezca la policía obligó a Trinidad a dejar de ir por la ruta
hasta que ya ninguna de las dos tenía idea de dónde estaban. Llegaron a
conducir por un terreno que a Malena le parecía algo peligroso porque había
muchos árboles, pero a Trinidad eso no pareció importarle.
—¿Por qué no volvemos a la ruta? Acá nos puede pasar algo
—le sugirió a su tía tan amablemente como pudo.
—Sabés perfectamente por qué no. No me subestimes, mocosa.
—Por lo menos bajá la velocidad.
—¡Te dije que no tenemos tiempo! —le gritó su tía y le pegó
un cachetazo.
Y como si Malena lo hubiera predicho, en un momento de
pérdida de control, ambas vieron frente a ellas por tan solo un segundo un
automóvil que se dirigía a ellas a toda velocidad y chocó contra la parte
delantera del suyo. Fue tan solo un momento, ya que después todo lo que vieron
fue negro: ya no solo no sabían dónde estaban, sino que tampoco sabían si
estaban vivas.
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¿Qué es "Buscá la luz"?
"Buscá la luz" es una historia llena de magia, amistad, amor, y solidaridad.
En ella tanto adultos como chicos aprenden a lidiar juntos con los problemas diarios y terminan por entender que el secreto para una mejor vida se esconde en el niño que cada uno de ellos lleva dentro.
Basada en la exitosa telenovela "Rincón de Luz", una idea original de Cris Morena.
Escrito por Fundador
Me encanto el capitulo!!!!!! Y cuando puedas sube otro, gracias por subir!!!!!!!!!!!
ResponderEliminar:-)
Excelente el capítulo, quiero saber q pasa con Malena!
ResponderEliminarMe gustó la forma en q se comporto Álvaro en este capítulo