Capítulo 05: Bien o mal


Esa misma noche, justo antes de cenar, Lucas y Julián se habían reunido en el comedor para ayudar a Soledad a poner los platos. Cuando ya habían terminado y esperaban sentados a que la cena termine de cocinarse, aprovecharon para poner al tanto a Mateo sobre el progreso escolar de Sebastián.
—Te lo digo, para venir de un colegio privado le va muy mal. Ese tendrá plata pero apenas sabe escribir su nombre. Hoy en el pizarrón escribió «hasiendo» en vez de «haciendo». Es un burro —se burlaba Lucas.
—Al final los supuestos huerfanitos roñosos estamos mejor educados que el nene ricachón mimado —acertó Julián.
—Pero, ¿hay alguien en el grado de ustedes que lo soporte? Se supone que están en la secundaria, ya todos se tienen que dar cuenta de que es un tarado. No son tan bobos como mis compañeros.
—Bueno, en eso no le va tan mal… yo lo vi llevándose muy bien con casi todos —dijo Julián luego de pensarlo un momento.
—En realidad, su mejor amigo del curso es uno igual de tarado que él: Amir. Los dos se van a recibir de idiotas en un par de años.
—No podés compararlos —lo contradijo Julián—
. Sebastián no sabe nada, mientras que Amir es claramente el más inteligente de todos. La profesora de historia lo miraba confundida con sus comentarios sobre la revolución francesa. Creo que hasta sabe más que ella.
—¿En serio? ¿Ese topo es un genio? —preguntó Mateo con sorpresa.
—Sí, lo escuchás hablar dos minutos y no lo podés creer. Parece como si fuese el hijo de Einstein.
—No exageres —lo corrigió Lucas—. Sabrá mucho, sí, pero tampoco es para tanto. Además, si se junta con Sebastián muy inteligente no puede ser.
—Se junta con Sebastián porque todavía no lo conoce, estoy seguro. Amir no es como él. No es malo. No le hagas caso a Lucas, Mateo.
—¡¿Por qué lo defendés tanto?! —preguntó Lucas. No sabía si sentirse ofendido, indignado, dolido, o celoso. Quizás una mezcla de todas esas cosas. Amir había demostrado ser un idiota desde su primer momento en el hogar, no merecía ser defendido por nadie, y mucho menos desde que eligió a Sebastián como su amigo.
—Solamente digo lo que veo… nada personal.
—Además ni siquiera es tan inteligente —continuó Lucas—. Yo también podría tener buenas notas si no estuviera tan distraído todo el tiempo.
—¿Distraído por qué? —Mateo rascó su cabeza.
Julián miró a Lucas, y luego a su otro amigo. —No te lo va a querer admitir, pero Lucas besó a Malena.
—¡¿Qué?! ¡¿Son novios?!
—No exageres —dijo Lucas—, no fue tan así. La noche que volvió del bosque… no sé, nos dejamos llevar y… terminamos besándonos.
—¿Por qué no me habías contado nada a mí y a Julián sí?
—Es que sos muy chico para saber estas cosas, Matu. Pero veo que alguien no puede cerrar la boca. —Lucas miró a Julián con cara de pocos amigos.
—Y esa no es la peor parte: al otro día, Lucas le dijo que había sido todo una idiotez, y que no tendrían que haberlo hecho.
—Y tenía razón —se defendió Lucas.
—No, no tenías razón —insistió Julián—. Es obvio que estás muerto por Malena, y ahora por tu culpa seguro no te va a volver a dar bola nunca.
Soledad llegó en ese momento a servir la cena, dando fin al tema de Malena. Cinco minutos después, la mesa del comedor ya estaba repleta de chicos comiendo. Amir fue el último en llegar y comió con dificultad, hasta mirando con un poco de asco el pollo con papas.
—¿Ves lo que te digo? —le susurró Lucas a Mateo, retomando la conversación—. Fijate cómo mira la comida… este pibe no es de la calle ni mucho menos. Para mí que es un cogotudo amigo del colegio antiguo de Sebastián que nos está tomando el pelo a todos…
—¿Te parece?
—Sí, Matu. Fijate…
Soledad, sentada en la punta de la mesa opuesta a la que estaba Lucas, lo interrumpió sin saberlo, realizando una pregunta general.
—¿Cómo les está yendo en esta segunda mitad del año escolar, chicos?
—Re bien —respondió Carola—. Hoy la profesora de Prácticas del Lenguaje nos enseñó a conjugar en subjuntivo a Tali y a mí.
—A Lucas y a mí nos enseñaron a analizar oraciones en subjuntivo, pero yo no las entiendo muy bien. ¿Me podés ayudar, bonita?
—Cuando quieras, lindo —contestó Carola y besó a su novio. Sus amigos festejaron el beso, ya que Julián y Carola no solían besarse, y mucho menos en público. La única que no parecía nada alegre de ellos era Tali.
—Yo no entendí muy bien cómo conjugar en subjuntivo. ¿Me ayudás a mí también, Caro? —le pidió, intentando disimular su mal humor.
—La voy a ayudar yo con su tarea de plástica. ¿Por qué no mejor le pedís ayuda a otra de tus compañeras? —le propuso Julián.
—Pero la única del hogar que va conmigo es ella.
—Bueno, entonces esperá a ir a clases, total seguro en algún recreo te pueden ayudar.
—No te preocupes, Tali —intervino Lucas—. Si querés yo te ayudo. Eso lo vi el año pasado y todavía me lo acuerdo bien.
—No, dejá. Todo bien, Lucas —dijo Tali, y se levantó de la mesa.
—¿Qué pasa? ¿Por qué te vas? —preguntó Soledad.
—No tengo hambre. Chau.
Tali subió a lavarse los dientes, se cambió, y se sentó en su cama. Miró el reloj: apenas eran las nueve de la noche. Todavía faltaba para la hora de dormir.
Se quedó en silencio mirando por la ventana hasta que, unos minutos después, alguien entró al cuarto de las chicas. Para su sorpresa no se trataba de Carola, ni de Úrsula, ni de Malena, ni de Laura. Ni siquiera era Soledad.
—¿Qué querés? —preguntó con brusquedad, casi hablando entre dientes.
—Qué antipática, che. ¿Por qué tanta violencia? —Sebastián se acercó lentamente hacia su cama hasta sentarse en ella, junto a los pies de Tali. —¿Encima de que vengo a ofrecerte un trato me hablás así?
—No me interesa hacer ningún trato con vos, enfermo.
—Yo creo que este sí. A vos te molesta Julián tanto como a mí. ¿O te pensás que no me doy cuenta?
—¿De qué hablás? No me llevaré muy bien con Julián, pero eso no quiere decir que me moleste. No hables de lo que no sabés.
—Dale, Tali. No hace falta ser un genio para darse cuenta. Hasta yo, que vivo hace casi nada con ustedes, veo que Carola ya ni te registra desde que está de novia con él.
—Nada que ver.
—¿Ah, no? Antes eran ustedes dos, estaban todo el día juntas. Las veía pasar por la puerta de mi casa como tres veces por día. Después pasó lo de Pedro, cuando rescataron a esa chica Laura, y desde entonces nunca más pasaron por ahí. Bah, Carola sí pasaba, pero no con vos: con Julián.
—¿Por qué no mejor cerrás la boca?
—No tiene nada de malo. Admitilo: a Carola ya no le importás; ella ahora solo se interesa por su novio Julián. Tanto vos como yo queremos separarlos, ¿por qué no nos unimos e ideamos un plan para hacerlo juntos?
—¡¿Sos estúpido o te hacés?! ¡Te dije que te fueras de mi cuarto! —gritó Tali, poniéndose de pie sobre su cama y golpeando a Sebastián con su almohada. Una lástima, eso significaba que iba a tener que lavarla antes de dormir.
—¡Pará, loca! ¡Solamente te quiero ayudar!
—¡¡¡Andate!!!
—Meh sí, pero matate. Ya vas a venir a pedirme ayuda. Y para que veas que no soy resentido, mi oferta siguen en pie —le anunció, y salió cerrando la puerta detrás suyo, dejando a Tali nuevamente sola. Completamente sola. Así es como solía estar últimamente. Desde el otoño, para ser exactos. Carola había dejado de pasar tiempo con ella desde que se había puesto de novia.
No. Julián era un idiota, pero hacía feliz a Carola, y Tali no quería sacarle a su amiga algo que le hiciera tan bien.

…¿o sí?

2 comentarios:

  1. otro magnifico capitulo, ahora estamos conociendo las relaciones entre los chicos :)
    Amir nunca me cayó del todo bien, es lindo pero demasiado arrogante

    ResponderEliminar
  2. Me encanto el cap! Por fin Lucas se esta dando cuenta de que esta celoso:D Aunque no lo quiere admitir!!

    ResponderEliminar

¿Qué es "Buscá la luz"?


"Buscá la luz" es una historia llena de magia, amistad, amor, y solidaridad.

En ella tanto adultos como chicos aprenden a lidiar juntos con los problemas diarios y terminan por entender que el secreto para una mejor vida se esconde en el niño que cada uno de ellos lleva dentro.

Basada en la exitosa telenovela "Rincón de Luz", una idea original de Cris Morena.

Escrito por Fundador

Twitter

Soñamos juntos con:



Soñamos juntos con:


PLL Arg

Ediciones Frutilla

Una nueva aventura comienza

Letra por letra

Seamos aliados



Seamos aliados


Busca la Luz