Capítulo 10: Nueva realidad


Josefina era bajita, flaca, y siempre estaba sonriendo. Si había alguien en todo el hogar que pudiera ser catalogado como inofensiva, esa era ella. Ser la más chica e inocente del hogar le valió de muchas ventajas como recibir siempre atención y cuidado, pero esto también tenía su lado malo: era la que estaba más sola, y es que Josefina no tenía a nadie de su misma edad para jugar ni pasar el tiempo. Por eso es que la noche de su cumpleaños, antes de dormir, mientras miraba por la ventana de su cuarto, le pidió a una estrella fugaz que Josefita, su nueva muñeca, sea una chica de verdad como ella.
Pero no le importaba si su deseo se hacía realidad o no: Josefita iba a ser su mejor amiga de todas formas. Después de todo, era el mejor regalo que había recibido jamás.
—Jose… Jose, despertate.
Nadia sacudía su brazo durante la mañana siguiente.
—¿Estuviste jugando con tu muñeca toda la noche? —preguntó al ver que había dormido abrazada a ella—. Te quedaste dormida, cambiate rápido que los chicos ya están desayunando. Te espero allá —le dijo. Luego besó su frente y salió por la puerta, dejándola completamente sola, o al menos eso creía ella.

Mientras Josefina cambiaba su pijama por su ropa diaria, sintió un ruido extraño detrás suyo. Terminó de ponerse las zapatillas y entonces volteó a verlo con claridad; aunque sus ojos se lo mostraban, no podía creer que sea real: su muñeca, Josefita, se había convertido en una persona de carne y hueso, una chica de su edad, que se movía, caminaba, y hablaba.
—Debo estar soñando —murmuró para sí misma.
—¡Hola, amiga! No estás soñando. Soy yo, Josefita.
—¿Josefita? —la niña se acercó a la muñeca, mirándola con desconfianza. Luego abrió los ojos muy grandes y sonrió con fuerza—. ¡Josefita, sos vos de verdad! ¿Cómo pasó esto? ¡Se cumplió el deseo que le pedí a la estrella!
Ambas se abrazaron y saltaron con alegría.
—¡Vamos a poder jugar juntas para siempre! ¡Al fin tengo una mejor amiga! —exclamó Josefina.
—Mientras tengas bondad y pureza en tu corazón, sí. Pero hay una condición.
—¿Cuál?
—No podés contarle a ningún adulto que yo puedo caminar y hablar. Ellos no lo entenderían porque sus corazones están contaminados.
—Está bien, va a ser un secreto solo nuestro. ¡Qué emoción!
—¿Jose? —Paco entró en el cuarto. De repente, Josefita había vuelto a ser una muñeca descansando en el colchón de su dueña. —Nadia me dijo que te venga a buscar, ya estamos por terminar. ¿No venís?
—Sí, perdón. —Josefina tomó a su muñeca y sintió que la estaba escuchando. —Vamos.
Los dos —o los tres, contando a Josefita— bajaron a la cocina. Tali, Estrella, y Úrsula ya habían terminado y se habían aislado en la escalera que llevaba a los cuartos.
—Tenés que contar toda la verdad, Tali. Es muy peligroso —decía Úrsula.
—No puedo, ¿mirá si me retan?
—¡No podés ser tan egoísta! ¡Tu mejor amiga está en peligro! —exclamó Estrella—. ¿Mirá si ese desquiciado viene a buscarla ahora que sabe donde está? ¡Es mejor prevedir que curar!
—Se dice «prevenir» —la corrigió Tali.
—Prefiero hablar mal y decir la verdad.
—Estrella tiene razón. Con la mentira no se llega a ningún lado, acordate del pozo de los lamentos.
—No sé qué será eso —intervino Estrella—, pero no tenés que tener miedo de nada. Yo conozco a Clarita y a los chicos de acá desde hace mucho, y no se la van a agarrar con vos. Te van a entender.
—Puede que conozcas a los de acá, pero yo prácticamente viví toda la vida con los de Rincón de Luz, y más con Carola. Sé cómo se va a tomar las cosas.
—¿Y si le pasa algo a Carola? —razonó Úrsula—. ¿Y si mañana viene ese Rocky a buscarla, mientras dormimos, y no la vemos nunca más por tu culpa? ¿Podrías vivir con eso? ¿Y si…?
—¡Ay bueno, basta! —la interrumpió Tali—. ¡Está bien, voy a decir la verdad, pero dejá de torturarme!
—Me parece bien.
—Pero con una condición… acompáñenme, no me animo a hacer esto sola.
—Contá con nosotras —sonrió Estrella.
Las tres entraron a la cocina y se pararon frente a la mesa, pero antes de que cualquiera pudiera decir una palabra, Nadia entró en la cocina y dio un anuncio.
—Tengo algo para decirles. Llamó la mujer que vino el otro día a elegir uno de nosotros para adoptar.
Todos miraron con atención.
—¿Y? ¿Se va a llevar a alguno? —preguntó Mateo con ilusión.

—Sí… dijo que quiere adoptar a Carola. —Nadia se acercó a ella y la abrazó con cierta tristeza y un poco de envidia. —Felicitaciones, vas a tener una mamá.

3 comentarios:

  1. En tu novela Carola no será hija de Diana?

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    1. no, fue una de las primeras cosas que decidí que no quería que pasaran. me gustó en rincón de luz la historia que tuvieron, fue re tierna y todo, pero también me pareció demasiado forzado que justo en Buenos Aires (que es una ciudad enorme) Álvaro vaya a hospedar en su hogar a su prima sin saberlo.

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    2. Eso es verdad, aunque de esas casualidades es que se forman muchas historias... Me agradaba que ellos fueran primos, pero también me gusta el rumbo que toma la historia en tu novela :)

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¿Qué es "Buscá la luz"?


"Buscá la luz" es una historia llena de magia, amistad, amor, y solidaridad.

En ella tanto adultos como chicos aprenden a lidiar juntos con los problemas diarios y terminan por entender que el secreto para una mejor vida se esconde en el niño que cada uno de ellos lleva dentro.

Basada en la exitosa telenovela "Rincón de Luz", una idea original de Cris Morena.

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